Arañas vasculares: cómo devolver la lozanía a la piel

Las arañas vasculares: una inflamación de las venas

Nuestro cuerpo está cubierto por una amplia red de venas y arterias que se encargan de transportar la sangre, partiendo desde el corazón y regresando de nuevo a él. Esta actividad implica un gran esfuerzo para las venas, especialmente aquellas que buscan llevar la sangre desde las extremidades inferiores hasta el corazón, porque deben ir en contra de la fuerza de gravedad para cumplir su objetivo. En esta dinámica, es posible que algunas válvulas de las venas se obstruyan haciendo que la sangre se acumule, inflamando las paredes capilares y, en consecuencia, haciéndose visibles a través de la piel, especialmente en zonas como las pantorrillas y muslos, que son las que deben recorrer mayores distancias para llegar al corazón.

Pueden generarse dos tipos de manifestaciones: las venas varicosas, que se reconocen por ser gruesas y sobresalir en la piel, y las arañas vasculares, que son más pequeñas, no presentan protuberancias y parecen una red o malla, que hace que también se les conozca como venas hilos de araña.

 

Algunos factores favorecen su aparición
 

Foto de Fit & Healthy (venas 11)

 

Aunque cualquier persona puede presentar este tipo de manifestaciones en la piel, las mujeres son más propensas a evidenciarlas que los hombres. De acuerdo con el artículo “Venas varicosas y arañas vasculares” de la Oficina de Salud Femenino de Estados Unidos (OWH por sus siglas en inglés), algunos de los factores que favorecen su aparición son:

  • El embarazo, porque este período implica una mayor producción de sangre y esfuerzo del cuerpo para llevarla, no solo por el cuerpo de la madre sino también por el del bebé en formación. Este esfuerzo adicional, más el peso extra que adquiere la mujer en esta etapa, incrementa la presión en las venas y, en consecuencia, promueve la aparición de las venas vasculares en la piel.

  • El sobrepeso, también impacta en el funcionamiento del sistema sanguíneo del cuerpo porque, al igual que en el embarazo, se incrementa la presión sobre las venas.

  • Los antecedentes familiares parecen ser una variable que incrementa las posibilidades de algunas personas a presentar esta condición.

  • El estrógeno que contienen los anticonceptivos hormonales y los medicamentos usados para el tratamiento de la menopausia, pueden generar el debilitamiento de las válvulas de las venas.

  • Mantenerse mucho tiempo sentado o parado también ayuda a la formación de este tipo de venas porque se dificulta el transporte de la sangre por todo el cuerpo.

  • Finalmente, la edad también favorece su aparición. A medida que envejecemos, las válvulas se van debilitando y dejan de funcionar correctamente.

 

Existen opciones no quirúrgicas para tratarlas

Las venas vasculares no representan un peligro para la salud y pueden ser fácilmente tratadas por especialistas para ayudar a mejorar la apariencia estética de nuestra piel. Existen métodos no quirúrgicos para tratarlas y lograr su control y desaparición.

La primera alternativa para evitar la aparición de las venas vasculares son los métodos caseros, por ejemplo, usar medias de compresión y elevar las piernas en la noche para mejorar la circulación de sangre.

(Foto de Fit & Healthy -Venas22)

 

 

Si lo que se desea es lograr su desaparición, existen tratamientos no quirúrgicos, como:

  • Escleroterapia: es la aplicación de una inyección en las venas varicosas y/o arañas vasculares para lograr su sellado, haciendo que las venas tratadas se conviertan en tejido cicatrizado. Debe ser administrado por un especialista de la salud quien indicará la cantidad de sesiones y recomendará el uso de medias de compresión.

  • Sistema de sellado: técnica similar a la anterior que se diferencia en la solución administrada en la vena para lograr su cerrado permanente. Solo funciona en venas superficiales.

  • Láser percutáneo: ideal para tratar las arañas vasculares y venas varicosas que tengan un diámetro menor a 3 mm. A través del envío de impulsos de luz se disipa la vena hasta que desaparezca. Es probable que se requiera de varias sesiones para lograr el resultado deseado.

  • Terapia térmica endovenosa: es la técnica que se utiliza cuando las venas logran una mayor dimensión, sobresaliendo de la piel. En este caso, el especialista en salud introduce un pequeño tubo en la vena por el que pasa una sonda a través de la que se emiten ondas de radio o energía láser para sellar la vena.

Es importante destacar que estos tratamientos no evitan que aparezcan nuevas venas vasculares ya que solo trata las existentes; por lo que es probable que el paciente, eventualmente, deba tratar futuras lesiones.

Sin embargo, es importante que observes bien las características de tus venas y acudas al médico si presentas síntomas como:

  • Dolor.
  • Percibes que la vena está hinchada, enrojecida, muy blanda o caliente al tacto; ya que puede ser un síntoma de un coágulo sanguíneo.
  • Presentas llagas o salpullido en la pierna o tobillo.
  • Observas un cambio de color en la pierna o tobillo.
  • Notas que una de las venas comienza a sangrar.
  • Se te dificulta la realización de tus actividades regulares.

En estos casos, su tratamiento puede implicar alguna opción quirúrgica, por lo que la evaluación médica profesional es lo más recomendado.

En Fit & Healthy podemos apoyarte en el tratamiento de las venas vasculares o venas hilos de araña a través de la aplicación de tecnología láser de avanzada, gracias a las opciones que los equipos de Láser IPL Venus Versa ofrecen. Te invitamos a ver el vídeo en donde nuestra especialista Yelitza Vergel nos explica sobre esta técnica.

 

(Foto de Fit & Healthy -Venas33)
 

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