Si actualmente sufres de obesidad, problemas digestivos, presión arterial alta, condiciones de la piel, dolores de cabeza constantes, problemas de fertilidad, menstruales u otros relacionados con los órganos sexuales, desequilibrios hormonales o alteraciones en tus valores sanguíneos, entre otros problemas de salud, es importante tener en cuenta que no solo tienes un diagnóstico médico, sino que también puede haber puntos energéticos desequilibrados en tu cuerpo.

Tu tarea es volver a equilibrar estos puntos para que tu tratamiento sea aún más efectivo. Al comprender que nuestro cuerpo es energía, aceptamos que estos puntos son intrínsecos a nuestro ser. Comprender su naturaleza te permitirá vivir con mayor bienestar. La ecuación es clara: si la energía fluye, todo funcionará mejor.